La isla

También conocido como las Montañas del Fuego, es considerado uno de los mejores ejemplos de vulcanismo de España. Este espacio natural protegido es resultado de las erupciones volcánicas que tuvieron lugar en Lanzarote entre los años 1730 y 1736. Podrá contemplar este paisaje lunar con más de 300 volcanes y abruptas formaciones entre las que destacan el Islote de Hilario, la Ruta de los Volcanes, y el restaurante El Diablo, una de las obras de arte más impresionantes del mundo donde se cocina aprovechando el calor del volcán. Una visita imprescindible para descubrir el pasado de la tierra de los volcanes.

Playa Blanca, uno de los principales enclaves de la isla de Lanzarote, es un antiguo pueblo pesquero que sigue manteniendo su esencia. Está situada al sur de Lanzarote, en el municipio de Yaiza, y se caracteriza por sus cálidas temperaturas durante todo el año. Entre sus imprescindibles está pasear su puerto deportivo Marina Rubicón y disfrutar de su variada oferta de entretenimiento con amplia zona comercial y de ocio, de sus increíbles playas de arena clara, que contrasta con el rojizo de las montañas, y calas mientras se da un refrescante baño en sus cristalinas aguas turquesas y soñar con sus impresionantes acantilados que se pronuncian en la costa.

Situada dentro del Parque Natural de los Ajache, en el extremo sur de Lanzarote, es la playa más popular de la isla de Lanzarote. Está totalmente protegida del viento por acantilados y destaca por su arena dorada, aguas cristalinas y suave oleaje. La Playa de Papagayo es el lugar ideal para los que buscan disfrutar del mar y de la naturaleza en un espacio prácticamente virgen y para los amantes del buceo o snorkel. Su incomparable belleza unida al impresionante entorno que la rodea, hace que suela encabezar el listado de las mejores playas de España.

No podemos hablar de Lanzarote sin hacer referencia a su enología y a su paisaje vitivinícola único en el mundo. Los viñedos de La Geria, tan únicos y diferentes como Lanzarote en sí misma, están plantados en tierra volcánica. Tras la erupción de Timanfaya entre 1730 y 1736, las fértiles tierras del centro de la isla se vieron cubiertas por las cenizas volcánicas. Los agricultores transformaron esas cenizas del volcán en un fértil campo de cultivo para la viña y como resultado encontramos este paisaje donde se cultiva una uva singular y única, la malvasía volcánica, muy apreciada en el mundo de los vinos por su equilibrio y calidad, que produce los inconfundibles vinos de Lanzarote. Un paisaje único y singular, un espacio lleno de armonía y belleza que merece ser visitado

Un impresionante balcón al Atlántico y una las creaciones arquitectónicas más representativas del artista César Manrique. Situado en lo alto del Risco de Famara, a 400 metros de altitud, el Mirador del Río cuenta con una de las mejores vistas panorámicas de la isla de Lanzarote. Podrá divisar las islas e islotes que componen el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, entre las que se encuentra la octava isla canaria, La Graciosa. A sus pies, en la base del risco, destacan los colores rojizos de las salinas del Río, también llamadas de Guza, las más antiguas del archipiélago canario.

Un oasis en el centro de Lanzarote donde la propia lava ha sido utilizado como material constructivo. El Museo LogOmar, también conocido como la Casa de Omar Sharif, es una de las construcciones más emblemáticas de Lanzarote. Una maravillosa construcción resguardada entre los restos de una antigua cantera de Lanzarote de extracción de roca volcánica que integra arte y naturaleza. Durante el recorrido, formado por cuevas, túneles y terrazas, podrá perderse entre sus diferentes estancias-cuevas como la cocina, salón o dormitorios hasta llegar al centro de su precioso jardín, que cuenta con un lago central rodeado por palmeras y está envuelto por una frondosa vegetación. Además, entre sus instalaciones también encontrará una galería de arte, un restaurante y un bar. Cada rincón está cuidado al detalle en el Museo LogOmar, una obra esculpida por la naturaleza.